Anoche la
Cuadrilla completó el mejor ensayo de lo que llevamos de Cuaresma, manteniendo de esta forma una línea ascendente desde el primer ensayo.
Desde las 21 horas, hora de quedada, ya se respiraba un gran ambiente a las puertas de la ermita de San Ramón, a pesar de la gélida noche. La Cuadrilla procedió a hacerse la ropa en el interior de nuestra ermita mientras se mantenían las charlas que acostumbran a animar el proceso.
Sobre las 21:35 horas sonaba el martillo y nuestro Capataz ordenaba andar. Bajo los sones de
"Mater Mea" la Cuadrilla realizó la primera chicotá de la noche que sirvió para colocar la iparihuela en la calle.
Ya en la calle se produjo el primer hecho reseñable: el Capataz ordenaba levantar al cielo (siendo el primero de esta Cuaresma), al cual respondía la Cuadrilla con una excelente levantá. La chicotá no pudo ser menos y a los sones de la versión para Banda de Música de
"Consuelo Gitano" la
iparihuela avanzaba firme y decidida calle arriba del Barrio de Jesús.
De nuevo el ensayo transcurriría por el duro pavimento de las calles del
Barrio de Jesús aunque, en esta ocasión, el Capataz ordenaba revirar a mitad de subida para callejear y realizar varias revirás. Llegó entonces el turno de nuestro patero delantero izquierdo y trasero derecho que nos deleitaron en las dos siguientes chicotás (revirás estrechas y complicadas de por medio). Para la primera de ellas la Cuadrilla disfrutó con las marchas
"Hermanos Costaleros"-"Reina de San Román" y dejó una revirá
made in Piedad, se estaba disfrutando bajo el palo. En la segunda, nuestro Contraguía buscó exigirnos algo más e hizo que por el iphone de la
iparihuela sonará la marcha
"Al Señor de Sevilla", como resultado: una chicotá, revirá de izquierdas incluida, lenta, sentida y sufrida como la marcha requería.
A estas alturas de ensayo la Cuadrilla estaba feliz, estaba disfrutando. Fruto de ello, y a sabida cuentas de que era el momento denominado como
"echar humo" por los fumadores, la Cuadrilla decidió que el ensayo sería algo más consecuente con la salud y se procedió a continuar con el ensayo prescidiendo del momento
"echar humo".
El Capataz mandaba revirar de derechas para coronar la parte más alta del Barrio de Jesús y la Cuadrilla trabajaría otra complicada revirá con la marcha
"El Evangelista".
Tras, aproximadamente, una hora de ensayo el Capataz comunica a la Cuadrilla que es momento de volvernos a nuestra casa. Como premio por el, hasta ese instante, excelente ensayo, el cuerpo de capataces deja que la siguiente chicotá (una revirá de 180º) sea con los sones de Agrupación Musical, siendo las marchas elegidas de la
AM Virgen de los Reyes. Antes, el Capataz ordena el enésimo cielo de la noche que, en esta ocasión, es especialmente dedicado para nuestros hermanos costaleros Daniel, Alfonso y Javier y sus bebés. La Cuadrilla levantó la iparihuela hacia el cielo de Vera y realizó una espectacular chicotá, una revirá de 180º, donde sonaron las marchas
"Angustias y Salud"-"Serva la Bari"-"... Y Al Tercer Día". Tras el esfuerzo la iparihuela ya estaba en dirección a la Glorieta.
Estando la Cuadrilla con mucha fuerza y ganas, los capataces dejaron que esa bajada y hasta el final del ensayo sería los sones de Agrupación Musical los que acompañarían el ensayo. La siguiente chicotá fue con
"Al Compás de la Laguna" y la que iba a ser penúltima pero que se convirtió en última del tirón fue con
"A la Gloria"-"Humildad bajo Tu Luna Flamenca", sonando la última parte de esta marcha dentro del local de la Cofradía y dándose el gusto la
Cuadrilla de cerrar el ensayo con un
izquierdazo al son de la música.
De esta espectacular manera acaba un ensayo extraordinario de la Cuadrilla, tras casi una hora y treinta minutos seguidos de trabajo en el palo. Ya se respira en el ambiente la cercanía de la Semana Grande.
Aunque ha sido difícil repartir sahumerios y ciriazos hoy no podemos fallar a nuestra cita con la esperada sección.
Los
sahumerios de la noche han recaído en nuestro Contraguía
D. Luis M. Parra por mejorar con la música (y para mitigar un poco su dolor de tanto ciriazo) y, sobre todo, a la
Cuadrilla, que demostró las ganas que hay de disfrutar e hizo todo como si del mismísimo Viernes Santo se tratara.
El
ciriazo recae en nuestro hermano y reportero personal
D. Antonio Ramírez por no sacar las manos del bolsillo y dejar sin grabar alguna de las magníficas chicotás que nos dimos, además de dejar sin fotos esta crónica.
El próximo viernes más. Que poquito queda.........
