domingo, 8 de abril de 2018

Crónica del Viernes Santo (I)

Amanecía en Vera pero no lo hacía un día cualquiera, ni si quiera era un viernes más, amanecía la mañana de viernes más esperada y bonita del año, despertaba un nuevo Viernes Santo en Vera.
 
Empezaba a despertar la ciudad con la primera buena noticia de la jornada, con el cielo veratense que enamora, ese claro y despejado. Para los cofrades de nuestra Real Archicofradía era un poso de tranquilidad, por la inestabilidad avanzada por meteorólogos para mediodía, aunque tampoco llegaron nunca los nervios ya que las previsiones "raras" cubrían una franja horario del principios de la tarde donde todo, si marcha como debía, estaría consumado.

Las calles de la ciudad se convertían en un reguero de hombres, de familias enteras, que buscaban el Barrio de Jesús, su Glorieta y su ermita de San Ramón.

A las 7:45 horas aparecía en la Plaza de San Ramón la Banda Municipal de Música de Vera, haciéndolo un poco más tarde La Legión que, diez años después, volvía a desfilar completa en la ciudad de Vera (escuadra de gastadores, banda de guerra y piquete).
La Legión formada en Plaza San Ramón
Foto: RANPJN
Eran las 7:55 horas cuando Nuestro Padre Jesús Nazareno asomaba por el dintel de la puerta de San Ramón a la Glorieta, a su inmejorable jardín testigo de tantas mañanas de dolor compartido.

Nuestro Padre Jesús Nazareno en la Glorieta
Foto: Real Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno
Comenzaba la "Subida de Jesús" y lo hacía con la La Legión abriendo el cortejo delante de la Cruz de Guía, a la que seguía la "legión" de hombres veratenses dispuestos, un año más, a ser cirineos del Señor de Vera.

Nuestro Padre Jesús Nazareno comenzaba su lento y sufrido caminar a las 8:00 horas y lo hacía con el sabor de todo lo transmitido año a año y época a época entre las familias veratenses: humildad, sencillez, fortaleza. La Municipal de Vera interpretaba "Nuestro Padre Jesús", cómo siempre, para que todo fuese tal cual nos enseñaron nuestros abuelos y, antes, a éstos sus abuelos.

Vera estaba en la calle, lo estaba corazón en un puño. Lo hacían sus hombres en las filas y, cómo no, lo hacían sus mujeres, siempre discretas y atentas, siempre presentes, tal y cómo la Virgen María vio recorrer ésta vía dolorosa a su Hijo.

Melancolía..... en ésta familia falta tal, en aquella cual.......

Alegría..... mira el pequeño de fulanito....... ah y mira el bebé de menganito....

La vida, en su eterno e imparable recorrido, vista en Vera con Nuestro Padre Jesús Nazareno de impertérrito testigo generación tras generación.

Vista desde Plaza Mayor
Foto: Ayuntamiento de Vera
Caída de NPJN en Plaza Mayor
Foto: Ayto. de Vera

Tras caer tres veces la Plaza Mayor, la ciudad, sus hijos veratenses lo abrazaron cómo siempre se ha hecho: miradas de emoción y plegarias por quién está con él y por quién nos ha traído con nosotros.

La Legión lo recibió al son de su himno más célebre, "El Novio de la Muerte", preámbulo de lo que nuestro judío, ese soldado romano, tendría que hacerle.

La Patrona de la ciudad presente en el dintel de la Iglesia Parroquial presencia cómo es sentenciado.... pero antes, "Pregón del Ángel" y, ahora sí, "Pregón del Judío", siendo sentenciado el Señor de Vera pues "Ésta es la justicia....".


Pregón del Judío
Foto: Ayuntamiento de Vera
Pregón del Ángel
Foto: Ayuntamiento de Vera











Redifusión de la llegada a Plaza Mayor de la "Subida de Jesús", "Pregón del Ángel" y "Pregón del Judío":
 

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