Logo conmemorativo XX Aniversario Autor: D. Miguel Flores Ramírez |
Aquella tarde de cuaresma de 1.999 todo cambió para un grupo de, por entonces, jóvenes adolescentes donde apenas alguno rozaba la mayoría de edad. En el Templo Mayor de nuestra ciudad se presentaba ELLA, la Santísima Virgen de la Piedad.
Visto con la perspectiva de veinte años puede decirse mucho más de aquella histórica jornada.... mucho. Reflexionando profundamente ninguno de nosotros, hermanos costaleros, éramos conscientes de que aquella tarde-noche con ELLA nacía una Familia, una familia entorno a ELLA, la Madre de Dios, una familia con auténticos vínculos fraternales entre nosotros, así, de ésta forma, desde aquella jornada la amistad, el respeto, la admiración y el amor inundó las vidas de cada uno de nosotros para con aquel al que no te unían lazos de sangre. Lo hizo poco a poco, con humildad y en un, perfectamente, discreto segundo o tercer o cuarto plano.
La Madre de Dios, en la advocación de María Stma. de la Piedad, nos había escogido para formar una nueva familia entorno a ELLA y, os podemos asegurar, que por entonces no éramos conscientes de ello y que, hoy, no podemos sentirnos más afortunados y especiales.
Veinte años después, y manteniéndose en la cuadrilla un tercio de los que hicieron posible aquel primer Viernes Santo, nos sentimos privilegiados de todo lo que ELLA nos ha dado bajo su serena protección.
Por la cuadrilla han pasado muchos amigos, a la postre hermanos, con los que nos hemos enriquecido mucho y, hoy día, siguen llegando chavales con esa mirada de ilusión y devoción que, creemos, en aquel año los más antiguos también llevaban. Todos con una verdad que nos une: la de nuestra Reina y Madre, la de nuestra devoción, nuestra protectora y guía.
Cómo es ley de vida, y nuestra Madre es reflejo de ello, en éstos veinte años de caminar por Vera también han sido muchos, demasiados, los que nos han dejado para gozar de la vida eterna junto a ELLA. Cómo cada día nos acordamos de ellos y especialmente de nuestros hermanos costaleros y del Sr. Cura-Párroco, D. Manuel Menchón, que bendijo y ofició la celebración aquella tarde, ¡¡no os olvidamos, vivís en nosotros!!.
Y, cómo no, hemos vivido y vivimos instantes mágicos: bodas, nacimientos,...., todo siempre con ELLA presente en éste ciclo continuo de la vida.
Hoy, veinte años después, seguimos sin saber el porque nosotros Madre, pero desde el primer instante abrazamos éste regalo, seguro del todo inmerecido, que eres tú con el corazón, la humildad y la sencillez por bandera.
TE QUEREMOS MADRE
Cartel conmemorativo XX Aniversario Autor: D. Miguel Flores Ramírez |
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